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viernes, 16 de julio de 2010

En medio de la tragedia y las acciones (?) del gobierno.

Comprensión - Hernández

Qué difícil es escuchar los exabruptos del gobierno sin perder la calma. Ayer, el presidente espurio de un estado fallido, que se hace llamar Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, mejor conocido en el bajo mundo del hampa como “el FeCal”, alardeó de dar apoyos fiscales a las víctimas de las inundaciones producidas por el huracán Alex en el noreste del país.

El apoyo es diferir los pagos provisionales de IVA, IETU e ISR para dentro de 3 o 4 meses (de todos modos se tienen que pagar). Yo sé que México tiene la tasa de recaudación fiscal más baja de la OCDE (debido principalmente a que las grandes empresas no pagan impuestos) y de las peores a nivel mundial pero, con lo que se ufanó FeCal ayer, me imagino que los miles de afectados en los estados de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, a pesar de ver sus casas inundadas, animales muertos, sus autos destruidos por la fuerza del agua y sin tener agua ni alimentos para la familia, estarían más preocupados por pagar sus impuestos.

¡Qué p… carajos nos importaría pagar impuestos cuando se ha perdido todo! O FeCal es bruto o es pendejo o se jacta de ambas dos cosas (como dijera el otro bruto de Fox). “Ay, ya se acerca el día 17 del mes y tengo que hacer mis declaraciones mensuales” dirían aquellos profesionistas independientes y pequeños contribuyentes, ¿y los asalariados que tienen un solo retenedor, en qué se benefician?, ¿y los que de plano viven al día por estar en la llamada ‘economía informal´?

Solo queda, después de saber que el Estado sirve para dos cosas en cuanto a la protección de sus ciudadanos (lo cual sería el primer y gran objetivo que tuviera), que ser solidarios con esos mexicanos en desgracia y, a través de las aportaciones en dinero y/o en especie, apoyarlos, esperando que la corrupción permita llegar lo necesario para la sobrevivencia de los que sufren esta nueva desgracia (agravada por el mal manejo de las presas por la CONAGUA dirigida por el nefasto de Luege Tamargo).

Como el pueblo de México tiene fama de contar con una memoria corta y que después de un Campeonato de futbol se olvidan todos los agravios cometidos por el gobierno, es necesario recordar que, al igual que hace 100 años, las tropas federales tomaron Cananea desalojando a los mineros metalúrgicos que estaban en huelga. Solo los que conocemos este sector productivo sabemos la friega que llevan todos aquellos que trabajan para extraer minerales del subsuelo y su posterior “beneficio” (“beneficio” es un término metalúrgico en que se busca, mediante diferentes técnicas, mejorar la concentración del elemento buscado en el mineral extraído). Este sector y los que trabajan en la industria de la construcción y los textileros, son los más explotados en México.

Los sepultados en la mina Pasta de Conchos quedarán allí para siempre, pues a Minera México le vale un cacahuate recuperar los cuerpos de sus trabajadores para las familias que quisieran darle “cristiana” sepultura. Los asesinatos de los bebés calcinados en la Guardería ABC quedarán en la impunidad por este sistema de justicia que solo se mueve dependiendo del dinero y poder que le presentan (¿cómo tocar a la pariente de Margarita Zavala?). En San Juan Copala, Oaxaca, siguen cercados cientos de sus habitantes por los paramilitares priístas armados por los esbirros de Ulises Ruiz e impiden que se les pueda llevar ayuda humanitaria.

Los huelguistas del SME ya sufren las consecuencias de su ayuno en el Zócalo, pero las televisoras le dan más cobertura a los huelguistas cubanos que están en contra de la “dictadura” de los hermanos Castro (así dice Ciro Gómez Leyva) pero cierra su hocico para no decir que los ex-trabajadores electricistas también se oponen a este gobierno del “pelele” y que jamás lo tildará de “dictadura”. ¿Qué diferencia hay?, en ambos casos ciudadanos del país se oponen a las políticas de su gobierno.

Por lo que me hago el siguiente cuestionamiento: los que votaron por FeCal y los que aceptaron el fraude electoral cometido en el 2006, ¿estarán conscientes que la calabacearon?, habrá, aunque muy dentro de su ser, pues será difícil admitirlo, posibilidad del siguiente pensamiento: “Creo que la cagué votando por el supuestamente menos malo, voté por el más pendejo”. O todavía seguirán en su terquedad, tipo Javier Aguirre, de que con FeCal hasta el infierno mismo (con el ejército y los narcos matando civiles) con tal de no aceptar que fueron utilizados por los poderes hegemónicos para dejarse inducir que la opción de AMLO era un “peligro para México”. En este momento, ¿quién es el verdadero peligro para nuestro país?.

Ahora, sin olvidarnos del pasado, pero con vistas a evitar la recurrencia, ¿está el pueblo preparado para no volver a cometer el mismo error?, ¿se evitará la influencia de las televisoras y se votará de acuerdo a nuestras propias preferencias?, ¿o ya damos por hecho que el copetudo de Peña Nieto será el próximo?.

¡Si uno tuviera una bola de cristal!