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miércoles, 29 de agosto de 2012

Nos la dejaron caer de nuevo

A unos días en que se legalice la imposición de EPN, el presidente espurio Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa aparece en forma constante y, por demás, cínica, en spots televisivos donde simula ser todo un jefe de estado que ha tomado grandes decisiones pensando en el bien del pueblo.

No hay duda de que los poderes fácticos (Salinas, la iglesia, televisa) ya han decidido que el nuevo títere que les seguirá dando privilegios a costa de la pobreza de millones de mexicanos, es aquel que ha demostrado una completa ignorancia y falta de una cultura elemental: Peña Nieto.

FeCal deja el país arruinado, con ejecutados y mutilados como noticia diaria y cotidiana, con alza de precio en los alimentos, con miles de rechazados en las universidades públicas, y con actos de gobierno que solo favorecen a los empresarios, líderes sindicales y políticos que son afines a sus intereses. En su cobardía manifiesta, FeCal ha declarado que vivirá en Texas, alejado de la posibilidad de que los millones de mexicanos agraviados puedan hacerse justicia por su propia mano, cuando ya no lo proteja el ejército, ya que la justicia en México brilla por su ausencia en nuestro país.

Pero, ¿por qué y cómo ganó EPN las pasadas elecciones?

Se identifican dos causas principales:

1. Los 12 años de pésimo gobierno de los mochilones panistas que nunca quisieron sacar verdaderamente al pri del gobierno, pero ¡qué tan brutos e incompetentes son estos mochilones! Engañaron al pueblo con un supuesto cambio pero siguieron con las mismas prácticas del pri: mantuvieron la corrupción y la impunidad en la impartición de la justicia, siguieron favoreciendo a sus amigos y se enriquecieron a costa de la pobreza de más de 50 millones de mexicanos. Hasta ahora los panistas se dieron cuenta que Fox es un cretino que luego apoyó a Peña Nieto para que regresaran los priístas a Los Pinos.

Entiendo pero no justifico a los que votaron por JVM, ya que los mochilones están acostumbrados a aceptar los dogmas religiosos sin hacer preguntas y, como resultado de los spots del gobierno, creen que el país está bien. ¡Cerrados que son!

2. La segunda causa es la más dolorosa, un pueblo miserable que se vendió por literalmente “tres bolillos”. La compra del voto a cambio de algunos pesos solo hace ver el nivel de desesperación que tiene el pueblo, producto de gobiernos que han saqueado al país y que han mantenido a los mexicanos en condiciones paupérrimas (Administración de la pobreza) lo que provoca que se conformen con 100 pesos, un saco de cemento o un par de láminas.

Por otro lado, el manejo de los medios de comunicación que, junto con la iglesia, han manipulado las creencias de la gente al grado de mantenerlos semidormidos (Administración de la ignorancia) provocaron que todavía se siguiera considerando a AMLO como un “peligro”. La televisión y la religión tienen el mismo efecto, apendejar a quienes se vuelven adictos a ellas.

Uno de los más grandes mexicanos, Octavio Paz, interpretaba las actitudes del pueblo y explicaba que nuestras acciones son resultados de ser unos “hijos de la chingada” pues somos producto de la violación que los aventureros españoles (lo peor de las razas europeas) hicieron a las mujeres de los pueblos mesoamericanos que encontraron a su paso durante la conquista hace 500 años. Con la sangre de embaucadores, asesinos y demás escoria de la sociedad española aunado a la imposición de una religión inhumana y perversa, los mexicanos han perdido su orgullo, su dignidad y su vergüenza.

Por eso muchos mexicanos se dejan manipular para que los sigan jodiendo otros seis años más.

De ahí, creo yo, la gran cantidad de lame-botas que hay en cualquier actividad, mexicanos que prácticamente besan la mano al patrón agradeciéndole que les dé una “migaja de pan” (un trabajo con sueldo miserable).

Pero el pueblo tiene el gobierno que se merece y no tardarán los que votaron por el pri, con voto vendido o manipulado por la TV, de estar chillando de lo mal que está el país (y los empresarios carcajeándose).