Vistas de página en total

martes, 24 de agosto de 2010

Tu dejarías que tus hijos fueran sacerdotes?


Plegaria de los huérfanos


Nosotros, Señor, los niños huérfanos y las niñas huérfanas de México te rogamos:
 Déjanos gozar la plenitud de nuestra orfandad.
Nuestros padres murieron porque fue tu Voluntad. Nuestros padres nos abandonaron porque fue tu Voluntad. Porque Tú así lo quisiste, nuestras madres fueron violadas por desconocidos a los que nunca volvieron a ver, y ellas nos arrojaron a un basurero o nos dejaron a las puertas de un Templo.
Déjanos, Señor, honrar tu Divina Voluntad.
 Es nuestro privilegio.

No nos entregues a la adopción de parejas del mismo sexo. Por mucho amor que piensen darnos.

Por mucho amor que, de verdad, nos den.

Preferimos el desamor del abandono.

Preferimos el desamor de la indiferencia.

Es nuestro privilegio.

Preferimos, a tener dos padres amorosos o dos madres amorosas, vivir como vinimos a este mundo: sin un solo padre, sin una sola madre. Preferimos, a tener el amor toda la vida de dos hombres o dos mujeres de buenas intenciones y buena alma, no tener el amor de nadie desde siempre y para siempre.

Preferimos el desamor de la orfandad.

Déjanos, Señor, la libertad de vivir como huérfanos en un orfanatorio. De vestir como huérfanos, el uniforme del orfanatorio. De comer, como huérfanos, la miserable comida del orfanatorio. De dormir, como huérfanos, en los...
FERNANDO DEL PASO

En estos momentos estamos viviendo una embestida más de la derecha mochilona clerical, con el silencio y complicidad del gobierno federal panista del espurio FeCal, y donde parece ser que regresamos a épocas pasadas donde la “santa inquisición” determinaba quien era bueno (católico) y quien era malo (hereje), el inquisidor “Cavernal” Sandoval Íñiguez se descara en toda su plenitud como un retrógrada, inculto, satánico, nefasto y méndigo perseguidor de los que son “diferentes”.

Es bien sabido que la iglesia católica, la gran “Puta de Babilonia” es intolerante ante los homosexuales y lesbianas (y de hecho con todos los que piensan diferentes a los dogmas establecidos por quienes dirigen esta empresa), que la supuesta condescendencia hacia los grupos excluidos y marginados que, en teoría, predica cualquier religión y que se reflejaría en amor y comprensión hacia ellos, es pura mentira.

Que contradicen lo que pudiéramos llamar aspectos positivos del Jesucristo mitológico, donde éste dio una muestra de no discriminación aceptando a la prostituta María de Magdala como su amante no importando que ella ya estaba bien “correteada”.

Que los prelados “escupen hacia arriba” pues un gran porcentaje de sacerdotes y seminaristas son homosexuales (les hace agua la canoa y les gusta que les esculquen la cajuela). Y la diferencia de estos “Mensajeros de la Muerte” son pederastas, buscadores de placer carnal abusando de la inocencia de aquellos que se asoman apenas a esta vida cruel llena de fanatismo religioso.

Que muestran, una vez más, una completa ignorancia y sentido común (¡arriba la religión y abajo la cultura! gritaban las hordas franquistas en la España fanática creada por Francisco Franco y mantenida por el reyezuelo Juan Carlos). En este punto los entiendo (aunque no debemos justificarlos) pues el dios-padre de los católicos no pretendía dar sabiduría a sus creaciones y montó en una cólera inmensa cuando Adán y Eva comieron del fruto del “Árbol del Conocimiento del bien y del mal”. Es un pecado para los católicos obtener conocimiento pues tienen miedo de ser castigados como lo fueron Adán y Eva al ser expulsados del “Paraíso”. Y por esto el fanatismo religioso se alimenta de la ignorancia y falta de raciocinio de sus fieles.

Que el hecho de contar con madre y padre (mujer – hombre) no garantiza la felicidad de un infante. ¿Pues de qué familias han salido todos los homosexuales y lesbianas del mundo?, pues de familias “normales” o, incluso, de familias donde se muestran fuertes rasgos de “machismo”. La felicidad de un niño no puede ser garantizada por tener padres convencionales sino por el amor y cuidados que se le ofrezcan, no importando las preferencias sexuales que tuvieran dichos padres.

Que se confirman que las iglesias son lugares de alto grado de peligrosidad (¡nunca dejen a sus hijos solos!) pues no hay sacerdote que no se le alborote la hormona; por eso, si no se puede evitar ir a misa por tradiciones y costumbres inculcadas desde niños, siempre se debe tener la espalda (principalmente los hombres) a la pared para evitar que en un descuido les digan ¡guárdame esto!

John Lennon tristemente cantaba su ingrata experiencia infantil por la falta de amor de su madre y el abandono de su padre:

Mother, you had me, but I never had you. I wanted
you, you didn't want me.
So I, I just got to tell you goodbye, goodbye.
 Father, you left me, but I never left you. I needed
you, you didn't need me.
So I, I just got to tell you goodbye, goodbye.

Children, don't do what I have done. I couldn't walk
and I tried to run.
So I, I just got to tell you goodbye, goodbye.

Mama don't go, Daddy come home…
¿A quién le gustaría que sus hijos fueran sacerdotes o monjas? La verdad, la verdad.

¡Caracho, ya es Siglo XXI y La Tierra es redonda, aunque el satánico “Cavernal” no lo crea!