(Pueblo costero)
La derrota del PAN es fácil de explicar. FeCal, al estilo del burro de Fox, prometió que, durante su gestión, habrían las condiciones para una estabilidad en lo social (con menos delincuencia), en lo económico (con empleo para todos los mexicanos), y en lo político, confiado en tener el control de las cámaras, tanto de los senadores como de los diputados, para generar las famosas y traídas reformas “que el país requiere” (en el contexto de los conservadores panistas, el país son los empresarios, no el pueblo).
En nada le ha atinado FeCal, el desempleo azota a todos los mexicanos, la delincuencia está desatada y la narco-violencia a toda su capacidad, los empresarios huyendo con sus capitales al extranjero, casi es nula la inversión extranjera y continúa una corrupción soportada por la total impunidad de todos los que participan en la impartición de la justicia en este país. El pueblo no es tonto, ya lo dijo AMLO, por lo que la ciudadanía se cansó del “pelele” y ha acortado, en la práctica, su mandato a los primeros 3 años de su gobierno, pues lo que resta del sexenio, el país será gobernado por el PRI al controlar, junto con el Partido Verde, las dos cámaras legislativas.
Un partido mocho, conservador, que basa sus acciones en dogmas religiosos en vez del sentido común y la razón científica, que ha establecido un estado policiaco-represivo basado en la presencia del ejército en las calles, no es bueno para cualquier país.
La derrota del PRD es consecuencia de la labor efectuada por el grupúsculo que controla al partido, “los Chuchos”, donde Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Ruth Zavaleta, René Arce, Víctor Hugo Círigo, Guadalupe Acosta y Graco Ramírez, entre otros, han jugado a hacer “política de izquierda”, pero lo que han demostrado es que son típicos vividores del erario público. No les interesa provocar un nuevo México donde verdaderamente haya justicia social para el pueblo, solo se satisfacen con ser comparsas del gobierno en el poder y contar con las prebendas que proporciona el pertenecer a la élite política en México. Acusan a AMLO de ser la causa de su derrota y de dividir a los votantes de izquierda.
“Los Chuchos” llegaron al poder público gracias a los votos que millones de mexicanos dimos al ‘peje’ y han traicionado a los mexicanos que buscamos un país mejor. Una muestra de que ellos originaron la división interna fue lo acontecido en Iztapalapa, donde los perredistas de ésa demarcación habían elegido a Clara Brugada para contender por la Jefatura Delegacional. La misma dirección del PRD no aceptó la elección de las bases perredistas y promovió su revocación pues quiso imponer a Silvia Oliva, esposa de René Arce, pues a Clara se le identifica como seguidora de López Obrador. Este atraco a la voluntad popular fue soportado por el Tribunal Federal Electoral. Gracias al movimiento de protesta de AMLO no se pudo lograr y venció el PT con el famoso “Juanito”.
Un partido de “pseudo-izquierda” es fácilmente identificable por el pueblo por lo que sólo queda el movimiento dirigido por López Obrador como la única opción viable para contener las privatizaciones totales de PEMEX, IMSS y la CFE, para evitar el aumento de los impuestos al considerar gravables con el IVA a los alimentos y medicinas, para mantener el estado laico, para evitar que la educación pública tenga influencia religiosa, para legislar en cuanto a la aplicación de la eutanasia y el aborto, y otros temas de interés público.
El triunfo del PRI lo consideran, muchos analistas, como resultado del desencanto de los votantes por el PAN y el PRD, pero lo cierto es que ya se adelantaron las elecciones del 2012. En esta supuesta democracia que vivimos, quien verdaderamente es el "Gran Elector", es el duopolio televisivo Televisa-TV Azteca. Tenemos una telecracia donde, al mejor estilo hollywoodense, ya sabemos quién ganó dentro de 3 años. Enrique Peña Nieto, el gobernador del Estado de México, ha sido elegido “democráticamente” por Televisa. Muchos inocentes priístas se creen los “logros” del “gaviotón” como gobernador pero solo repiten lo que la tele dice. Pregunten a cualquier priísta y solo repetirá lo siguiente: “es que cumple con lo que promete”, y si le preguntan qué prometió y qué cumplió sólo contestan: “pu`s que no viste a Lucerito en la tele”.
Peña Nieto es un producto a utilizar por los que tienen el poder en México y en los próximos 3 años, con la mercadotecnia de estos tiempos, harán que el pueblo lo considere como un producto de primera necesidad. Parecería que el Estado de México no hubiera existido hasta que llegó este copetudo pues la tele hace pensar que todo lo ha hecho él.
El dispendio de los dueños del dinero para soportar las campañas priístas es solo la respuesta de que ya no confían en el PAN para seguir saqueando al país y regresan con el dinosauro, inclusive, hasta la iglesia católica, tal cual meretriz que cambia por quien pague mejor, se ha desmarcado del PAN para que no lo salpique la derrota de éste y ahora apoyará al PRI.
Las televisoras contarán, en la siguiente legislatura, con los diputados y senadores del Partido Verde, a quien han comprado para ver por sus intereses.
¡Hasta dónde hemos llegado que todos tienen representantes en las dos cámaras menos el pueblo!
En nada le ha atinado FeCal, el desempleo azota a todos los mexicanos, la delincuencia está desatada y la narco-violencia a toda su capacidad, los empresarios huyendo con sus capitales al extranjero, casi es nula la inversión extranjera y continúa una corrupción soportada por la total impunidad de todos los que participan en la impartición de la justicia en este país. El pueblo no es tonto, ya lo dijo AMLO, por lo que la ciudadanía se cansó del “pelele” y ha acortado, en la práctica, su mandato a los primeros 3 años de su gobierno, pues lo que resta del sexenio, el país será gobernado por el PRI al controlar, junto con el Partido Verde, las dos cámaras legislativas.
Un partido mocho, conservador, que basa sus acciones en dogmas religiosos en vez del sentido común y la razón científica, que ha establecido un estado policiaco-represivo basado en la presencia del ejército en las calles, no es bueno para cualquier país.
La derrota del PRD es consecuencia de la labor efectuada por el grupúsculo que controla al partido, “los Chuchos”, donde Jesús Ortega, Jesús Zambrano, Ruth Zavaleta, René Arce, Víctor Hugo Círigo, Guadalupe Acosta y Graco Ramírez, entre otros, han jugado a hacer “política de izquierda”, pero lo que han demostrado es que son típicos vividores del erario público. No les interesa provocar un nuevo México donde verdaderamente haya justicia social para el pueblo, solo se satisfacen con ser comparsas del gobierno en el poder y contar con las prebendas que proporciona el pertenecer a la élite política en México. Acusan a AMLO de ser la causa de su derrota y de dividir a los votantes de izquierda.
“Los Chuchos” llegaron al poder público gracias a los votos que millones de mexicanos dimos al ‘peje’ y han traicionado a los mexicanos que buscamos un país mejor. Una muestra de que ellos originaron la división interna fue lo acontecido en Iztapalapa, donde los perredistas de ésa demarcación habían elegido a Clara Brugada para contender por la Jefatura Delegacional. La misma dirección del PRD no aceptó la elección de las bases perredistas y promovió su revocación pues quiso imponer a Silvia Oliva, esposa de René Arce, pues a Clara se le identifica como seguidora de López Obrador. Este atraco a la voluntad popular fue soportado por el Tribunal Federal Electoral. Gracias al movimiento de protesta de AMLO no se pudo lograr y venció el PT con el famoso “Juanito”.
Un partido de “pseudo-izquierda” es fácilmente identificable por el pueblo por lo que sólo queda el movimiento dirigido por López Obrador como la única opción viable para contener las privatizaciones totales de PEMEX, IMSS y la CFE, para evitar el aumento de los impuestos al considerar gravables con el IVA a los alimentos y medicinas, para mantener el estado laico, para evitar que la educación pública tenga influencia religiosa, para legislar en cuanto a la aplicación de la eutanasia y el aborto, y otros temas de interés público.
El triunfo del PRI lo consideran, muchos analistas, como resultado del desencanto de los votantes por el PAN y el PRD, pero lo cierto es que ya se adelantaron las elecciones del 2012. En esta supuesta democracia que vivimos, quien verdaderamente es el "Gran Elector", es el duopolio televisivo Televisa-TV Azteca. Tenemos una telecracia donde, al mejor estilo hollywoodense, ya sabemos quién ganó dentro de 3 años. Enrique Peña Nieto, el gobernador del Estado de México, ha sido elegido “democráticamente” por Televisa. Muchos inocentes priístas se creen los “logros” del “gaviotón” como gobernador pero solo repiten lo que la tele dice. Pregunten a cualquier priísta y solo repetirá lo siguiente: “es que cumple con lo que promete”, y si le preguntan qué prometió y qué cumplió sólo contestan: “pu`s que no viste a Lucerito en la tele”.
Peña Nieto es un producto a utilizar por los que tienen el poder en México y en los próximos 3 años, con la mercadotecnia de estos tiempos, harán que el pueblo lo considere como un producto de primera necesidad. Parecería que el Estado de México no hubiera existido hasta que llegó este copetudo pues la tele hace pensar que todo lo ha hecho él.
El dispendio de los dueños del dinero para soportar las campañas priístas es solo la respuesta de que ya no confían en el PAN para seguir saqueando al país y regresan con el dinosauro, inclusive, hasta la iglesia católica, tal cual meretriz que cambia por quien pague mejor, se ha desmarcado del PAN para que no lo salpique la derrota de éste y ahora apoyará al PRI.
Las televisoras contarán, en la siguiente legislatura, con los diputados y senadores del Partido Verde, a quien han comprado para ver por sus intereses.
¡Hasta dónde hemos llegado que todos tienen representantes en las dos cámaras menos el pueblo!