El
concepto de universos paralelos, conocido como “Multiverso”, ha sido manejado
desde hace un par de décadas por científicos renombrados encabezados por
Stephen Hawking. Esto quiere decir que pueden existir un infinito número de
posibilidades de realización de cada alternativa que tenemos en nuestra vida.
En el caso de un accidente, habría dos posibles mundos, uno donde ocurriera y
acabara con nuestra vida y otro donde saliera uno ileso de él. Una de las
entradas a estos universos alternos podría ser el fondo de un “agujero negro”
(zonas de gran densidad que atraen por gravedad todo, inclusive la luz) o los
“agujeros de gusano”, “tuneles” en el espacio donde se podría viajar a un lugar
muy distante (u otro universo) en corto tiempo, del cual ya Albert Einstein los
predecía y que Carl Sagan le dio forma en su obra “Contacto”.
Los
sicoanalistas y filósofos, desde Sigmund Freud, Carl Rogers, Erich Fromm, Sören
Kirkegaard y Martin Heidegger, coincidieron en que cada uno de nosotros “ve”
una realidad que depende de la información que recibe el cerebro a través de los
sentidos (lo que oye, lo que ve, lo que toca, lo que saborea y lo que huele) y
que es diferente a la percepción de otro individuo que se encuentre en el mismo
lugar y tiempo.
Los
políticos panistas mochilones pareciera que viven en un mundo paralelo pues su
percepción es diferente a la del resto de los mexicanos. Desde la aparición de
mundos como “foxilandia” hasta el más reciente conocido como “calderolandia”
quieren hacer creer, con la ayuda de los merolicos televisivos lamebotas de televisa
que “estamos bien”. Pero ¿quienes “estamos bien”?. Los comerciantes informales
que venden dentro de las instalaciones del metro?, los indígenas que viven en
las Sierras de Chihuahua, Oaxaca, Querétaro, Guerrero y Chiapas?, los
despedidos de la CLyF y de Mexicana?, los millones de desempleados y
subempleados que han producido los gobiernos panistas?, los miles de mexicanos
que insisten en irse a los EU para no morirse de hambre aquí?.
Según
JVM, si se vota por AMLO se corre el riesgo de perder “sus créditos”, “su
bienestar”, “su libertad”. Pero el verdadero riesgo es la pérdida de sus
privilegios, que en estos años desastrosos para el pueblo de México, los
panistas han obtenido convirtiéndose en los nuevos políticos ricos.
Simplemente
hay que ver al burro de Fox y al ojete de FeCal huyendo como ratas en un barco
que se inunda, dejando sola a la sosa de Josefina pues ya no dan ni “un quinto”
por su triunfo, y aferrándose a la posibilidad que les ofrece Peña Nieto: la
completa impunidad para ellos y sus familias de las fechorías realizadas en
estos fatídicos y sangrientos 12 años de corrupción e ineficiencia panista.
También
JVM no deja de hacer tanta simplonería que da pena la pobre. La cursilería del
“cuchi cuchi” para alguien que pretende gobernar un país es resultado de su
educación conservadora donde las palabras “pene” y “vagina” provocan rubor al
escucharlos por aquellas personas que su principal libro de cabecera fue la
biblia (y eso que este libro de cuentos es uno donde los actos de incestos,
crímenes, traiciones y sexo se dan en prácticamente cada versículo). Tal como
dijera mi padre, Chepina no se ha dado cuenta que ya tiene “peleas en la
coliseo” para estar diciendo esas boberías.
Me
sorprende que, haciendo eco de los pregoneros de televisa, muchos critican la
postura de López Obrador sobre la posibilidad de un nuevo fraude, tal como se
hiciera en el 2006, para el próximo domingo. Me pregunto si alguien, en su sano
juicio, considere que en México es imposible que suceda tal cosa. Además,
cualquier usuario de un sistema de cómputo sabe que no hay sistema operativo
que no sea vulnerable. ¿Por qué afirma el IFE que están blindadas las
elecciones? Sigue siendo la empresa del hermano de FeCal (Hildebrando) quien
manejará los datos, incluyendo el “conteo rápido” de los votos emitidos.
Es
la oportunidad de sentar las bases para un verdadero cambio y AMLO lo puede
hacer. En nuestra historia está la prueba, cuando los franceses fueron echados
del país y fueron fusilados los traidores conservadores (antecedente del pan),
el país vivió su mejor época de estabilidad y crecimiento, según lo asienta el
Dr. Vicente Riva Palacio en su obra enciclopédica “México a través de los
siglos”. Este período de bonanza se terminó cuando muere el Presidente Juárez y
asume el poder Don Sebastián Lerdo de Tejada, lo que provoca el levantamiento
de Porfirio Díaz, y empieza la anarquía que, salvo la honrosa excepción del
periodo del Tata Cárdenas, ha sido una constante en la vida del país hasta
nuestros días. Juárez predicó solo con su ejemplo de austeridad republicana y
su honestidad para establecer el ambiente propicio de crecimiento, seguridad y
bienestar para el país.
Qué
pena, tristeza y desazón nos dará que por desconocimiento, ignorancia o
inocencia propiciada por los medios de comunicación, los poderes fácticos y la
iglesia, soportes de este sistema neoliberal, tengamos de nuevo en el poder a
Carlos Salinas de Gortari.