Josefina
se ha desinflado pues, aparte de no tener carisma (sonrisa congelada y
discursos con voz lenta que recuerdan las declamaciones escolares), lleva
consigo el peso ignominioso de ser la representante de dos gobiernos panistas
que han generado un mar de sangre, corrupción, falta de empleo y, por
consiguiente, pobreza a más de 50 millones de mexicanos. Representaría un acto
de sado-masoquismo del pueblo de México pretender que de nuevo gobernara (sic)
el pan y que la llamada “docena trágica” (2000-2012) se extendiera 6 años más.
En
el caso de Peña Nieto, el repudio de la gente consiente, la que no es
manipulable por la TV, la que cuenta con diferentes formas de informarse y tiene
la capacidad de generar su propio análisis, es evidente. Peña Nieto lleva a
cuestas, sobre su espalda, los más de 70 años de corrupción, cacicazgo e
intolerancia priísta y, además, lo inocultable, su existencia gracias a Salinas
de Gortari y el duopolio Televisa-TV Azteca.
Recuerdo
que en la antesala de las elecciones pasadas, las amas de casa se sentían
acongojadas pues pensaban que si ganaba AMLO tenían que darle “algo” a los
pobres; esto es, si tenías una recamara adicional o más de una TV, serían confiscadas
para los necesitados. El sólo escribirlo se me hace insensato pero esto es lo
que pensaban muchas mujeres. ¡Cómo chingados les iban a dar acceso a una
recámara para toda una familia pobre!.
También,
gracias a los grandes empresarios como Servitje (Bimbo), se hacía propaganda
durante la distribución de sus productos, induciendo a la gente a votar por FeCal
porque se perderían los empleos si ganara López Obrador. FeCal se autodenominó
el “presidente del empleo” y ha sido todo un fracaso en la generación de ellos
y ha provocado el aumento del número de mexicanos que se dedican a la economía informal
para sobrevivir además de aquellos que siguen buscando mejores condiciones de
vida atravesando la frontera.
Otro
ataque que puede dar una muestra de cómo se explota la ignorancia y falta de
cultura del pueblo es comparar a AMLO con el presidente venezolano Hugo Chávez.
A aquellas personas que les he preguntado por qué hacen ésa comparación solo se
limitan a decir que Chávez es un “dictador”.
No tienen argumentos más de lo que les
muestra la TV. Venezuela, junto con Brasil, Argentina, Chile y Cuba, han tenido
crecimientos económicos, año tras año, entre el 7 y el 9% en los últimos 12
años, mientras que México tiene un decoroso 3% en promedio que lo iguala con El
Salvador y Bermudas, según la CEPAL.
Pero sigo insistiendo en saber cuál es la
comparación, ¿en la independencia que muestra Hugo Chávez con respecto a los
designios del imperio estadounidense?, ojalá algún día México muestre dignidad
como país y no el comportamiento del burro de Fox y FeCal como lamebotas de los
gringos; ¿será la confrontación que tiene el gobierno venezolano con la
televisión privada que manipula masas?, ojalá en México se pueda lograr la
democratización de los medios de comunicación y se acabe con el duopolio
Televisa-TV Azteca.
Y
parece que se repite el dilema del 2006, votar a favor o votar en contra de
López Obrador. la única virtud que le han descubierto a Peña Nieto es que es
“guapo”, ¡que trivialidad!; y la única virtud de Josefina es que es “mujer”,
¡qué descubrimiento y qué bobería!.
¿Quiénes
son los que van a votar en contra de AMLO? Se pueden identificar de diversas
maneras, aquí les doy algunos ejemplos:
-
Son los que envían correos cursis sobre la amistad e invitan a rezar,
-
Son los que tienen en la sala de su casa una foto del misógeno y protector de
pederastas juan pablo II,
-
Son los que van a misa todos los domingos y se persignan ante cualquier pedazo
de madera, loza, concreto, mármol, yeso, que contenga una imagen religiosa,
- Son los que consideran verdades absolutas
los comentarios de Loret de Mola, López Dóriga, Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín,
Leo Zuckerman, Héctor Aguilar Camín, y toda la mafia de seudo-comunicadores que
controla Televisa y TV Azteca.
Entiendo
que debe haber excepciones a lo descrito anteriormente y se tiene confianza en
que el electorado, con la experiencia de hace seis años, tome su decisión consciente
de que el voto emitido lo afectará en los próximos años.
¿Más
de lo mismo o la esperanza de un México con mayor justicia social?
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