La embestida actual del gobierno espurio hacia los sindicatos que no son sus aliados ha llegado a su nivel máximo con la liquidación de LyF. Los argumentos de FeCal, magnificados por la telecracia que padecemos, son pueriles.
Fuera del análisis que pudiera darse a través de la información que tenemos, lo más preocupante sigue siendo la percepción del pueblo sobre lo sucedido. Se dice que la empresa es “ineficiente”, con una carga financiera hacia el erario que es insostenible. También se comenta que los privilegios que tenían los trabajadores son exorbitantes.
El problema es que se ve esta situación bajo una visión equívoca, ¿por qué?, Porque se pierde el motivo principal, la acción de un estado represor, policíaco y méndigo en contra de los trabajadores y el pueblo. Las empresas descentralizadas Pemex y la CFE, ¿son eficientes?, si hablamos de privilegios en sueldos y prestaciones, ¿los petroleros están pobres?, ¿alguien podría creer que FeCal y el porro de Lozano (STPS) pudieran manifestarse en contra de Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschamps y Joaquín Gamboa Pascoe, líderes charros de los maestros, de los petroleros y de los cetemistas, respectivamente?
Al igual que con “Napito”, el líder de los mineros metalúrgicos, al gobierno no le preocupan los sindicatos charros sino solo aquellos que no se alinean con él.
Ahora, ¿por qué se responsabiliza a los trabajadores de la ineficiencia de la empresa?, ¿y los directores y subdirectores impuestos por el gobierno en éstas empresas y que tienen sueldos arriba de 100 mil pesos y una cantidad insultante de prebendas? Desde los tiempos del priísmo caciquil, no ha cambiado la práctica del gobierno, ahora con los mochilones del PAN, de valerse de los sindicatos charros para someter a la clase trabajadora.
Desde los inicios del sexenio del burro de Fox, a través de Monseñor Abascal, se ha tratado de acabar con los pocos beneficios que tuvieran los trabajadores. Con la aparición de los “outsourcing”, ningún empleado tiene prestaciones ni hace “antigüedad” pues se tiene que firmar contrato cada 4 meses si se quiere seguir laborando en una organización.
Pero, fíjense que lo más triste de todo esto es que no dejamos de ser un pueblo de “agachados” y “puñaleros”, que en vez de tratar de mejorar las condiciones de quienes generan la riqueza, mediatizados por la “tele”, critican a los electricistas por sus condiciones laborales y aprueban el cierre de la empresa para, ahora, ser saqueada por los amigos de FeCal, los empresarios que ha beneficiado desde sus pillerías en la Secretaría de Energía, junto con el “héroe nacional panista”, Juan Camilo Mouriño. Recuérdese que el 30% de la generación de electricidad en el país es aportada por empresas privadas.
En “Los Agachados” de Rius, historieta política de los años 60’s, se retrataba a un pueblo acostumbrado a la corrupción priísta, donde lo cotidiano era el aceptar la vida como estaba, con todo y sus injusticias sociales, y “capotear” cualquier vicisitud con tal de sobrevivir. En pleno Siglo XXI, no hemos cambiado como pueblo, pues nos la siguen dejando caer y no hacemos nada. Incluso, quienes critican a los electricistas, en lugar de buscar mejores beneficios en su organización, piensan que si ellos están “jodidos” (bajos sueldos y cero prestaciones) por qué no todos los demás deben sufrir lo mismo.
Ahora el gobierno los quiere indemnizar con 3 años de sueldo; si se quieren atacar los “privilegios”, ¿este no sería uno de ellos?, todos los trabajadores despedidos en el país diariamente, ¿reciben esta compensación?, ¿no hay incongruencia en esto?.
¿Y los partidos políticos?. El PAN aprueba, como partido títere, al gobierno federal, el PRD de los Chuchos está en contra de esta decisión, el PRI, .... el PRI, ..... en el PRI sólo se hacen pendejos pues no quieren tener problemas con las televisoras y los grandes empresarios con miras al 2012 a pesar de que un presidente priísta, Adolfo López Mateos, nacionalizó la industria eléctrica.
¿Será cierto que cada pueblo tiene el gobierno que se merece? La respuesta es un rotundo NO!
En estos tiempos donde cualquier manifestación en contra del gobierno es estigmatizada como “terrorista”, los ejemplos de lucha de la APPO, los campesinos de Atenco, los estudiantes que no olvidan la masacre de Tlatelolco, el Movimiento Social de AMLO y los que no estamos de acuerdo con un gobierno espurio resultado de un fraude, entre otros, son muestra de que no todos los mexicanos somos unos “agachados”.
Fuera del análisis que pudiera darse a través de la información que tenemos, lo más preocupante sigue siendo la percepción del pueblo sobre lo sucedido. Se dice que la empresa es “ineficiente”, con una carga financiera hacia el erario que es insostenible. También se comenta que los privilegios que tenían los trabajadores son exorbitantes.
El problema es que se ve esta situación bajo una visión equívoca, ¿por qué?, Porque se pierde el motivo principal, la acción de un estado represor, policíaco y méndigo en contra de los trabajadores y el pueblo. Las empresas descentralizadas Pemex y la CFE, ¿son eficientes?, si hablamos de privilegios en sueldos y prestaciones, ¿los petroleros están pobres?, ¿alguien podría creer que FeCal y el porro de Lozano (STPS) pudieran manifestarse en contra de Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschamps y Joaquín Gamboa Pascoe, líderes charros de los maestros, de los petroleros y de los cetemistas, respectivamente?
Al igual que con “Napito”, el líder de los mineros metalúrgicos, al gobierno no le preocupan los sindicatos charros sino solo aquellos que no se alinean con él.
Ahora, ¿por qué se responsabiliza a los trabajadores de la ineficiencia de la empresa?, ¿y los directores y subdirectores impuestos por el gobierno en éstas empresas y que tienen sueldos arriba de 100 mil pesos y una cantidad insultante de prebendas? Desde los tiempos del priísmo caciquil, no ha cambiado la práctica del gobierno, ahora con los mochilones del PAN, de valerse de los sindicatos charros para someter a la clase trabajadora.
Desde los inicios del sexenio del burro de Fox, a través de Monseñor Abascal, se ha tratado de acabar con los pocos beneficios que tuvieran los trabajadores. Con la aparición de los “outsourcing”, ningún empleado tiene prestaciones ni hace “antigüedad” pues se tiene que firmar contrato cada 4 meses si se quiere seguir laborando en una organización.
Pero, fíjense que lo más triste de todo esto es que no dejamos de ser un pueblo de “agachados” y “puñaleros”, que en vez de tratar de mejorar las condiciones de quienes generan la riqueza, mediatizados por la “tele”, critican a los electricistas por sus condiciones laborales y aprueban el cierre de la empresa para, ahora, ser saqueada por los amigos de FeCal, los empresarios que ha beneficiado desde sus pillerías en la Secretaría de Energía, junto con el “héroe nacional panista”, Juan Camilo Mouriño. Recuérdese que el 30% de la generación de electricidad en el país es aportada por empresas privadas.
En “Los Agachados” de Rius, historieta política de los años 60’s, se retrataba a un pueblo acostumbrado a la corrupción priísta, donde lo cotidiano era el aceptar la vida como estaba, con todo y sus injusticias sociales, y “capotear” cualquier vicisitud con tal de sobrevivir. En pleno Siglo XXI, no hemos cambiado como pueblo, pues nos la siguen dejando caer y no hacemos nada. Incluso, quienes critican a los electricistas, en lugar de buscar mejores beneficios en su organización, piensan que si ellos están “jodidos” (bajos sueldos y cero prestaciones) por qué no todos los demás deben sufrir lo mismo.
Ahora el gobierno los quiere indemnizar con 3 años de sueldo; si se quieren atacar los “privilegios”, ¿este no sería uno de ellos?, todos los trabajadores despedidos en el país diariamente, ¿reciben esta compensación?, ¿no hay incongruencia en esto?.
¿Y los partidos políticos?. El PAN aprueba, como partido títere, al gobierno federal, el PRD de los Chuchos está en contra de esta decisión, el PRI, .... el PRI, ..... en el PRI sólo se hacen pendejos pues no quieren tener problemas con las televisoras y los grandes empresarios con miras al 2012 a pesar de que un presidente priísta, Adolfo López Mateos, nacionalizó la industria eléctrica.
¿Será cierto que cada pueblo tiene el gobierno que se merece? La respuesta es un rotundo NO!
En estos tiempos donde cualquier manifestación en contra del gobierno es estigmatizada como “terrorista”, los ejemplos de lucha de la APPO, los campesinos de Atenco, los estudiantes que no olvidan la masacre de Tlatelolco, el Movimiento Social de AMLO y los que no estamos de acuerdo con un gobierno espurio resultado de un fraude, entre otros, son muestra de que no todos los mexicanos somos unos “agachados”.
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