Los últimos estudios sobre el
origen del universo han generado una gran cantidad de teorías que impulsan el
anhelo del ser humano de encontrar las respuestas a todos sus dudas y
cuestionamientos. Ya no se pone en duda que hace aproximadamente 14 mil
millones de años se produjo la “Gran Explosión” (Big Bang) como el inicio de la
existencia de nuestro universo a partir de que se comprobó que las galaxias se
alejan aceleradamente en una especie de “inflación del universo”; también se
pudo calcular la edad de nuestro Sistema Solar, el cual es de aproximadamente 4
500 millones de años, siendo nuestra estrella, el Sol, producto de una segunda
o tercera generación de una supernova, la cual ocurre cuando una estrella, al
final de su vida, estalla para regresar al universo todos los elementos
químicos que utilizó en vida.
Además de lo anterior, existe la
posibilidad de la existencia de universos paralelos (multiversos) creados por
continuos Big Bang’s como el que vio nacer al nuestro. Y todo esto sin ayuda de
algún dios o ser omnipotente, pues no pudo haber tenido tiempo ya que el mismo
tiempo también se origina con el Big Bang. El tiempo, tan difícil de
describirlo, pero sabemos que tiene un solo sentido, por lo cual solamente
podemos viajar al futuro y no regresar al pasado, si pudiéramos viajar a
velocidades cercanas a la de la luz o permanecer cerca de un objeto de gran
masa como un “agujero negro”, en ambas situaciones el tiempo se va deteniendo
con respecto a un lugar fuera de estas dos condiciones.
Si la Ciencia nos da respuestas
sustentadas en indicios y evidencias contundentes, ¿por qué percibimos la
realidad de forma diferente?, ¿por qué millones de personas creen todavía en la
existencia de dioses, vírgenes, santos, milagros, chamucos, “cielos” e
infiernos? Ya me cansa escuchar todos los días frases como: “primero dios”, “si
dios quiere”, “así lo quiso dios”, “es la voluntad de dios”, “dios dispone”,
etc. Dicen los fanáticos religiosos que dios nos dio el “libre albedrío”,
entonces qué sentido tienen ésas frases. Y luego subrayan que “no se mueve una
sola hoja de un árbol si no es por la voluntad de dios”. ¡Por fin! ¡Decídanse!
Culpo a la religión,
principalmente a la secta católica (secta derivada del cristianismo),
por el valemadrismo, conchudez, conformismo y apendejamiento del pueblo
mexicano que ha propiciado que nuevamente el pri esté en el poder y que, aún después
del último “gasolinazo”, el pri haya ganado rotundamente en Coahuila y Nayarit
en sus recientes procesos electorales. ¡Cómo es posible que los votantes sigan vendiendo su
voto (y su dignidad) por comida y unos cuántos pesos en materiales! Ya Luis Videgaray
declaró cínicamente que no bajará el precio de la gasolina con la aplicación de
la reforma energética, cuando esta promesa fue utilizada publicitariamente como
el principal beneficio.
Pero si tenemos a un presidente que
sin recato dice que “se demostró la grandeza del país” por haber empatado la
selección de futbol con Brasil, ¡qué se puede esperar de un pueblo que en su
mayoría recibe la basura informativa de comunicadores lame-botas como López
Dóriga y Loret de Mola!
Tampoco comprendo cómo se pueden
crear tres partidos, dos de los cuales nadie sabía de su existencia: el partido
Encuentro Social y el Humanista, los dos de tinte religioso (mochos) y que
nunca se supo cuándo hicieron sus asambleas. En MORENA, se tuvieron que hacer
dos asambleas en Querétaro porque en la primera faltaron como 50 personas para
hacer el quórum, ¿cuándo las hicieron estos dos partidos de derecha?
Con el registro de MORENA vuelve
la esperanza de un partido de izquierda que genere un verdadero cambio en
México, donde se ponga un coto a la avaricia de los más pudientes, donde el petróleo
genere beneficios para todos los mexicanos y no para un sindicato corrupto que
estarán coludidos, en un futuro cercano, con las grandes empresas petroleras
extranjeras, fuentes de trabajo con salarios dignos sin outsourcings y una
impartición de la justicia que no dependa del poder económico de los
involucrados.
Desafortunadamente, el pueblo
sigue teniendo miedo al cambio, por eso sigue creyendo en dioses y virgencitas,
sigue yendo a las iglesias a escuchar dogmas que no han cambiado en 1 700 años
y no permiten cuestionamientos, y siguen votando por los corruptos del pri y
por los mochilones del pan.
¡Qué pena!
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